¿Conoce las mascarillas
quirúrgicas desechables?

Las mascarillas quirúrgicas desechables

Descubra cómo se fabrican y cómo funcionan

Las mascarillas quirúrgicas son Dispositivos Médicos de clase I. Su uso reduce el riesgo de contaminación directa o cruzada por virus y bacterias que pueden causar infecciones a los trabajadores y los pacientes y protege contra los productos químicos utilizados durante las intervenciones médicas.

Conocer cómo se fabrican las mascarillas y su función también significa evitar errores potencialmente peligrosos como la reutilización, la desinfección o la esterilización.

¿Cómo se fabrican las mascarillas quirúrgicas?

Las mascarillas quirúrgicas tienen una estructura de diferentes capas que se obtiene mediante la combinación de distintos materiales: la capa más externa y la más interna se fabrican con tejido no tejido (TNT), principalmente polipropileno, que asegura una mejor filtración de las bacterias y más permeabilidad y adherencia. La capa más externa es hidrorrepelente, para bloquear la entrada de cualquier tipo de líquido. En cambio, la capa más interna, en contacto directo con la cara del trabajador que la utiliza, es hidrófila, es decir, permite absorber y retener el sudor, la humedad o pequeñas partículas de saliva que, de lo contrario, se dispersarían en el aire.

Entre estas dos capas se colocan uno o más filtros, según el tipo de mascarilla, de acuerdo con la normativa. El filtro antipartículas y antibacteriano permite retener en el exterior la gran mayoría de partículas y patógenos de determinado tamaño, carga y concentración. El filtro polimérico asegura la resistencia a los fluidos.

La normativa vigente

Las mascarillas quirúrgicas, al tratarse de Dispositivos Médicos, deben ajustarse a la norma europea UNE-EN 14683, en la que se requiere, de manera más específica, probar su resistencia con arreglo a las normas ASTM F2100.

La ASTM International, una de las organizaciones internacionales de desarrollo de normas más importantes del mundo, especifica los requisitos de rendimiento para las mascarillas desechables con cinco criterios básicos:

  • La eficiencia de la filtración bacteriana (BFE) mide el porcentaje correspondiente a la carga bacteriana de tamaño superior a tres micras realmente filtrada por la mascarilla;
  • La eficiencia de filtración de las partículas (PFE) mide, de manera similar, el porcentaje de partículas de tamaño inferior a una micra que la mascarilla consigue filtrar;
  • La resistencia a la penetración de líquidos define la capacidad de retener en el exterior cualquier tipo de fluido que pueda entrar en contacto con la mascarilla como resultado de una salpicadura o pulverización;
  • El diferencial de presión (Delta P) establece el esfuerzo respiratorio cuanto se utiliza la mascarilla y mide objetivamente su transpirabilidad;
  • La inflamabilidad calcula en tiempo la resistencia del dispositivo si se expone a las llamas.

El resultado de estos ensayos permite clasificar las mascarillas en niveles, en un rango de I a III.

Mascarillas

Al tratarse de dispositivos desechables, las mascarillas deben sustituirse en caso de exposición a sustancias pulverizadas o a líquidos y, en cualquier caso, al finalizar el tratamiento con cada paciente.

¿Se pueden reutilizar las mascarillas desechables?

No, las mascarillas no se pueden reutilizar. La reutilización de las mascarillas comporta el riesgo de autoinoculación, es decir, entrar en contacto o transportar virus y bacterias que han quedado en las superficies interna y externa, con la consiguiente posibilidad de contagio.

¿Se pueden esterilizar las mascarillas quirúrgicas desechables para reutilizarlas?

Sobre el tema de la esterilización, se debe hacer primero una aclaración. Lo más importante de la pregunta no es si los contaminantes bacterianos se pueden eliminar o no de la mascarilla mediante el tratamiento con agentes químicos, vapor, radiación u otros métodos, sino el hecho de que, a través de estos, se pueda dañar el Dispositivo Médico comprometiendo su capacidad de protección.

Para ser más precisos, el estrés al que se somete la mascarilla durante el proceso de esterilización podría afectar a su eficiencia de filtración, alterando la estructura del material del que está compuesto el filtro antipartículas y antibacteriano.

Además, no se ha confirmado la eliminación de los patógenos después de tratar la mascarilla, por lo tanto, existe el riesgo de utilizar un dispositivo contaminado y, al mismo tiempo, ineficaz, peligroso para uno mismo y para los demás.

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